NO PUDE DECIRTE ADIÓS, PERO HOY TE DIGO GRACIAS.
pude despedirme de ti,
pude decirte adiós, porque ese último día que te vi, ni por la mente me pasó que sería el último día que escucharía tu voz,
No pude decirte lo mucho que te quise,
No pude decirte lo agradecido que me sentia contigo por ser parte de mi alegría,
No pude decirte lo mucho que te amo,
No pude decirte la enorme falta que me harías,
No pude pedirte perdón por las veces que te fallé.
Me faltó vivir muchas más aventuras a tú lado,
Me faltó disfrutar más tu vida,
Me falto disfrutarte a ti.
Pero hoy te digo GRACIAS,
GRACIAS por enseñarme tantas cosas en la vida,
Hoy te recuerdo con gratitud y te digo GRACIAS por quererme y cuidarme en su tiempo tan bellamente,
GRACIAS por dejar en mi mente tu eco pronunciando mi nombre.
Te amo mi ángel y ahora te digo GRACIAS,
GRACIAS por haber sido una de mis personas mas amadas,
GRACIAS por haber sido parte de mi vida,
GRACIAS por esta huella tan grande y hermosa que marcaste en mi corazón,
INFINITAS GRACIAS POR TODO LO QUE ME DISTE.♥️
Blog de siscu
miércoles, 24 de enero de 2024
A MI MEJOR AMIGA
domingo, 21 de enero de 2024
mi más grato recuerdo
Algún día, cuando las páginas de mi vida terminen.
Se que serás uno de los capítulos más hermosos de mi vida .
Guárdame siempre en tu corazón
porque tu siempre estás en el mio
nada ni nadie,podrá cambiar eso.
viernes, 5 de enero de 2024
8 años sin ti
viernes, 18 de febrero de 2022
LA FÁBULA DEL TONTO
domingo, 1 de agosto de 2021
LA MUJER QUE ME ENSEÑÓ A AMARME.
miércoles, 26 de mayo de 2021
El tazón de madera
El tazón de madera
Un viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años. Él vivía solo y deseaba compartir con su familia sus últimos días. Los años no habían pasado en balde: ya le temblaban las manos, su vista era torpe y sus pasos no eran tan ligeros como antaño. Toda la familia comía reunida en la mesa del comedor, pero las manos temblorosas y la vista enferma del abuelito hacían que alimentarse fuera un asunto difícil. Los guisantes caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso sucedía con frecuencia que se le derramaba la leche sobre el mantel.
El hijo y su esposa se fastidiaron con la situación.
—Tenemos que hacer algo con mi padre —dijo el hijo—. Ya ha tenido suficiente y estoy harto de esta situación; derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo.
Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor para servirle al viejo. Así pasaron los días y el abuelo comía solitario mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer.
Como ya había roto varios platos, decidieron servir su comida en un tazón de madera. De vez en cuando miraban hacia el sitio del abuelo y podían verle una lágrima furtiva mientras estaba allí sentado y solo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía eran reproches cada vez que dejaba caer algún cubierto o la comida. El nieto de cinco años observaba todo en silencio.
Una tarde, antes de la cena, observaron que su hijo estaba jugando con unos trozos de madera en el suelo, y el papá le preguntó suavemente:
— ¿Qué estás haciendo, hijo?
Con la misma dulzura el niño contestó:
—Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que, cuando yo crezca, ustedes coman en ellos.
Sonrió y siguió con su tarea.
Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaron por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos supieron lo que tenían que hacer.
Esa tarde el hijo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa familiar, en la que por el resto de sus días el anciano ocupó un lugar con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa parecían molestarse cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se manchaba el mantel.
De la misma forma que trates a tus padres, serás tratando cuando te toque por tus propios hijo!!!!