miércoles, 24 de enero de 2024

A MI MEJOR AMIGA


NO  PUDE DECIRTE ADIÓS, PERO HOY TE DIGO GRACIAS.
pude despedirme de ti,
pude decirte adiós, porque ese último día que te vi, ni por la mente me pasó que sería el último día que escucharía tu voz,
No pude decirte lo mucho que te quise,
No pude decirte lo agradecido que me sentia contigo por ser parte de mi alegría,
No pude decirte lo mucho que te amo,
No pude decirte la enorme falta que me harías,
No pude pedirte perdón por las veces que te fallé.
Me faltó vivir muchas más aventuras a tú lado,
Me faltó disfrutar más tu vida,
Me falto disfrutarte a ti.
Pero hoy te digo GRACIAS,
GRACIAS por enseñarme tantas cosas en la vida,
Hoy te recuerdo con gratitud y te digo GRACIAS por quererme y cuidarme en su tiempo tan bellamente,
GRACIAS por dejar en mi mente tu eco pronunciando mi nombre.
Te amo mi ángel y ahora te digo GRACIAS,
GRACIAS por haber sido una de mis personas mas amadas,
GRACIAS por haber sido parte de mi vida,
GRACIAS por esta huella tan grande y hermosa que marcaste en mi corazón,
INFINITAS GRACIAS POR TODO LO QUE ME DISTE.♥️


domingo, 21 de enero de 2024

mi más grato recuerdo

Algún día, cuando las páginas de mi vida terminen.
Se que serás uno de los capítulos más hermosos de mi vida .
Guárdame siempre en tu corazón
porque tu siempre estás en el mio
nada ni nadie,podrá cambiar eso.

viernes, 5 de enero de 2024

8 años sin ti


Querida mamá, hoy se cumple otro año desde aquel doloroso día en que te marchaste de mi vida. Aunque el tiempo ha pasado, tu recuerdo sigue vivo en mi corazón y hoy quiero dedicarte un poema como muestra eterna de mi amor y gratitud infinita.
Madre querida, mi guía,en cada paso de mi vida te siento presente . tus dulces palabras y cálidos abrazos,siempre serán mi anhelo más ferviente.
Aunque ya no estés físicamente a mi lado,tu esencia fluye en cada latido de mi ser en cada risa, en cada lágrima que derramo,tu amor eterno me ayuda a renacer.

viernes, 18 de febrero de 2022

LA FÁBULA DEL TONTO



Se cuenta que, en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertía con el tonto del pueblo, un pobre infeliz, de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños mandados y limosnas.

Diariamente algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 400 reales y otra de menor tamaño, pero de 2000 reales.

Él siempre cogía la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risa para todos.

Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, le llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y este le respondió: lo sé, no soy tan tonto. Ella vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el jueguito acaba y no voy a ganar más mi moneda.

Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones:

La primera: Quien parece tonto, no siempre lo es.

La segunda: ¿Cuáles eran los verdaderos tontos de la historia?

La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.

Pero la conclusión más interesante es:

#1. Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros mismos.

#2. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.

#3. El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente.

domingo, 1 de agosto de 2021

LA MUJER QUE ME ENSEÑÓ A AMARME.





Nunca supe cómo hacerle entender cuánto sus acciones me lastimaban.
Súplicas , gritos, reclamos, reproches, nada funcionaba.
No supe poner límites, ni soltar a tiempo esa relación que el corazón me atravesaba.
Y sin que lo pidiera , cada día yo le daba nuevas oportunidades pero él, no lo notaba.
Ignoraba mis palabras , como aquel que ignora a una planta y piensa que sin agua vivirá. 
Mientras tanto yo pensaba "algún día entenderá".
Ella era la razón de mi felicidad y eso , era justo lo que me apagaba.
Renunciar a mi vida a su lado , era romper el futuro que anhelaba.
Por éso me quedé por éso lo intenté , por éso yo trataba.
Yo lo amaba , en mi estúpida creencia humana , de creer que amar ; es darlo todo por nada.
Siempre me decía  " Hay hombre , eres un exagerado.
Era tanto lo que sus acciones me lastimaban , que paso a pasito yo mismo, de a poquito , sin decirle , me alejaba.
Me fuí callando mis te quieros , fui ahogando mis palabras.
Las que eran de reproche y también , las que eran para decirle que lo amaba.
Le fuí cerrando mi corazón , poco a poquito , para ver si en el ínter el se daba cuenta y reaccionaba a mi silencioso grito.
Con la esperanza , de que antes de que yo encontrara el valor para dejarle, sorpresivamente hiciera todo para reconquistarme.
Pero no. . .
No funcionaron mis silencios. 
Ni tampoco mis gritos. 
No funcionaron ni mis oraciones , ni mis lágrimas , ni mis quejidos.
Yo mismo me harté de todo ese estúpido drama , en el que inevitablemente caí.
Fui la víctima de mi propia falta de amor.
Pero era a ella , al que yo culpaba.
Cuando en realidad ella solo fué , la cómplice perfecta para co-crear lo que en mi subconsciente yo guardaba
Escribí miles de versos y cientos de canciones.
Hasta que una mañana fresca , después de tanto llorarla , me levanté renovado con el valor y la fuerza de dejarla.
Ya no esperaba su apoyo , ya no esperaba su cambio , ni sus consideraciones , ni respeto , ni que entendiera mi fastidioso llanto.
Había perdido el miedo a perderla, porque en mi búsqueda de tratar de cambiarla yo me había encontrado a mí mismo.
Y fué entonces cuando temerosa , vió en mis ojos que yo estaba decidido me sintió realmente perdido y quiso hacer todo para que yo no me fuera.
Pero , ya era tarde ella me había enseñado a amarme, y era imposible que me retuviera."

miércoles, 26 de mayo de 2021

El tazón de madera

El tazón de madera

Un viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años. Él vivía solo y deseaba compartir con su familia sus últimos días. Los años no habían pasado en balde: ya le temblaban las manos, su vista era torpe y sus pasos no eran tan ligeros como antaño. Toda la familia comía reunida en la mesa del comedor, pero las manos temblorosas y la vista enferma del abuelito hacían que alimentarse fuera un asunto difícil. Los guisantes caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso sucedía con frecuencia que se le derramaba la leche sobre el mantel.

El hijo y su esposa se fastidiaron con la situación.

—Tenemos que hacer algo con mi padre —dijo el hijo—. Ya ha tenido suficiente y estoy harto de esta situación; derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo.

Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor para servirle al viejo. Así pasaron los días y el abuelo comía solitario mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer.

Como ya había roto varios platos, decidieron servir su comida en un tazón de madera. De vez en cuando miraban hacia el sitio del abuelo y podían verle una lágrima furtiva mientras estaba allí sentado y solo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía eran reproches cada vez que dejaba caer algún cubierto o la comida. El nieto de cinco años observaba todo en silencio.

Una tarde, antes de la cena, observaron que su hijo estaba jugando con unos trozos de madera en el suelo, y el papá le preguntó suavemente:

— ¿Qué estás haciendo, hijo?

Con la misma dulzura el niño contestó:

—Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que, cuando yo crezca, ustedes coman en ellos.

Sonrió y siguió con su tarea.

Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaron por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos supieron lo que tenían que hacer.

Esa tarde el hijo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa familiar, en la que por el resto de sus días el anciano ocupó un lugar con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa parecían molestarse cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se manchaba el mantel.


sábado, 29 de agosto de 2020

" Mi carta de renuncia."


"Mi carta de renuncia."

La historia de amor
termino con un final...
Al final, el corazón se rindió,
ya no pudo más...

Te he mirado a la cara 
mientras el alma se quebraba,
tú nunca te diste cuenta,
porque más lastimabas.

¿Y esque ahora quién soy?
¡Si ya no soy nada!
Si al mirarte a los ojos me doy cuenta,
que no me amabas...

Hoy el corazón me suplicaba
entre el silencio de la triste despedida...
No te vayas, si aún lo amas...
Yo, entre lágrimas oprimía más al corazón...

¿Cuántas veces tuvimos la misma plática?
¡Cuánto tu corazón ignoró!
Cuando yo te otorgaba el perdón
y continuabas dando más dolor.

Hoy renunció a tí...
Renunció ha hacerte saber que te amo,
que eres lo más importante para mí;
aunque no te hayas dado cuenta mientras estuve junto a ti.

Hoy me voy...
Aún amándote como a nadie amé,
suplicándole a Dios que no borre el sentimiento;
porque ha sido el más bello
que he entregado desde mis adentros.

El dolor es más intenso;
cuando vuelven los recuerdos,
los momentos son borrosos...
Las palabras que decías, hoy ya no tienen vida...

Era tan feliz en nuestra historia,
era como un sueño encantado...
Aunque me quedarás a deber el sueño...
¡Hoy en mi carta he renunciado!

Y me duele desde el alma,
quién me susurra muy despacio ...
¡Esta fue la última vez!
Y me voy mientras te amo.

No tendré ya más preguntas
del porque tú no has cambiado
de mi boca no saldrán
más palabras para decirte cuánto te amo.

Hoy renunció a tí,
eso me queda muy claro
Por ello no espero respuesta
sin saber que haz razonado.

Esta es mi carta de renuncia
y no será revocada
porque antes que nada
mi dignidad está más elevada.



Autora: Verónica Beatriz Ortíz Gallegos